La situación
El problema radica básicamente en dos frentes: La cría indiscriminada de Galgos y el abandono masivo al final de la temporada de caza.
Los hechos
Una investigación llevada a cabo por la World Society for the Protection of Animals (WSPA) en los años 2001 y 2002, demuestra que en España se crían decenas de miles de Galgos anualmente con el fin de llevar a cabo el campeonato nacional de carreras. Medina del Campo es el punto de mira para todos aquellos interesados en las carreras de galgos en España. Diversos galgueros (criadores y propietarios de Galgos) viven en Medina del Campo y sus alrededores.
Antes del año 2001 era una tradición para los galgueros cada año y al final de la temporada de carreras (Enero/Febrero), matar a sus Galgos ahorcándolos en masa en los pinares de Medina del Campo y alrededores. Fermín Pérez y la WSPA tomaron vasta evidencia fotográfica de ello y la WSPA confeccionó un informe sobre el trato que reciben los Galgos en España.
A partir del 2001 los galgueros empezaron a llevar ellos mismos los galgos que no querían al refugio. El resultado es que Scooby da cobijo a unos 450 perros, principalmente Galgos. Scooby asegura que todos los perros son esterilizados y reciben atención veterinaria. Scooby realoja un número limitado de Galgos y algún que otro perro de raza cruce a través de sus organizaciones asociadas en Europa.
Cualquier persona en este país puede criar Galgos – los únicos requisitos son ser propietario de un macho y de una hembra. No existe control alguno por parte de las autoridades. No es necesario mencionar que existen leyes para regular el tema, pero nadie se ampara a ellas. Ello se debe mayoritariamente al hecho de que no existe la posibilidad de conocer si estas leyes están siendo violadas. Se debería identificar a cada animal – cosa muy infrecuente, y se debería obligar a los criadores que registraran a cada animal para poder regularizar la cría. La cría de Galgos en España es excesiva – una población de perros que nunca tendrán la oportunidad de encontrar un hogar – y es por ello que hemos decidido tomar una nueva dirección para atacar el problema de raíz, y que supone la «CRIA INDISCRIMINADA DE GALGOS».
Las consecuencias
En Scooby continuamente recibimos llamadas de gente que pide ayuda para rescatar perros, sus perros. Principalmente, nos entregan Galgos de entre dos y tres años de edad e incluso en algunas ocasiones, más viejos o Galgos que están viviendo en muy malas condiciones. Algunos de estos Galgos, en el mejor de los casos, terminan en una asociación como Scooby donde por lo menos tienen la oportunidad de un futuro más prometedor, otros terminan en perreras donde son sacrificados con una inyección letal. Otros mueren atropellados en la carretera, a otros les pegan un tiro y a otros les ahorcan de un árbol – de hecho, el ahorcamiento de animales todavía es una práctica habitual en España a pesar de las muchas campañas que se están llevando a cabo en contra de la misma. Para los propietarios de Galgos, nosotros simplemente somos los que recogen su basura. Para ellos un Galgo al final de la temporada de caza no es más que basura de la que quieren deshacerse, y dada la oportunidad de más o menos poder deshacerse de ellos de una forma más apropiada, nosotros somos la herramienta para ofrecerles una nueva oportunidad e incluso para limpiar su conciencia porque, para más inri, se creen que están haciendo una buena obra entregándonoslos.
Las “soluciones”
En vista de los hechos, hemos decidido trabajar en dos ámbitos. Los dos hechos más importantes es encontrar un nuevo hogar para ellos – teniendo en cuenta el importante papel que juegan los lectores de nuestra página para ello. Más aún, es importante que todos vosotros lectores participéis en las campañas para reducir la cría indiscriminada de Galgos. No puede ser que una persona críe 15 Galgos para, finalmente, deshacerse de 13. Los criadores tienen que asumir la responsabilidad de los perros, de principio a final. Las asociaciones que se dedican a rescatar Galgos no deben ser las que sufran la irresponsabilidad de los criadores y el nulo deseo de asumir sus obligaciones hasta el final.
Y si utilizo el término «sufrir» es porque me refiero a la capacidad tan limitada de trabajo a la que estamos sometidos. No importa cuán preparados estemos para trabajar y ayudar, no importa cuán grande sea el refugio, siempre habrá Galgos que no podrán entrar porque el espacio es limitado, no hay suficientes manos para hacer el trabajo, el refugio no puede saturarse de animales, etc.
Lo que debemos hacer es que las leyes se respeten – leyes que son válidas tanto para las personas que tienen animales, … y leyes que no solamente son válidas para los animales de compañía sino también para los perros de caza. España tiene estas leyes, pero no se aplican puesto que ellas no sirven para fines políticos. Nuestro objetivo es enseñar a la gente en nuestro centro educacional y visitando las escuelas para explicar la situación, y si el tiempo lo permite, hacer campañas para cambiar la mentalidad de la gente y tengan conciencia de la situación.
(ATENCIÓN: Imágenes duras)